Es un método o un procedimiento terapéutico de poca duración (menos de 20 sesiones), o con el que se busca que la persona recupere el control de su vida por la vía más rápida y satisfactoria posible, trabajando siempre en el presente para solucionar, recuperar el control y encontrar nuevas soluciones en un espacio corto de tiempo y poderse orientar hacia el futuro creando una nueva realidad.

Entiende que los problemas surgen a partir de la interacción entre el sujeto y su realidad. La percepción que la persona tenga hará que pueda desarrollar una serie de acciones para resolver una determinada situación o que ésta se mantenga inalterable por la repetición de la “solución intentada” que se ha adoptado. Por ello, es importante romper este círculo vicioso para que puedan aparecer nuevas posibilidades de elección, ya que, sino, podemos caer en la trampa de hacer más de lo mismo, haciéndolo con mayor esfuerzo, creyendo que, si empleamos más esfuerzo, conseguiremos realizar el cambio.

Se puede trabajar cualquier tema, como por ejemplo: estrés, ansiedad, depresión, fobias, miedos,  angustia, inseguridad, obsesiones, baja autoestima, dietas, adicciones, trastornos alimentarios, problemas de pareja, laborales… o cualquier situación que genere problemática.

Sus orígenes se basaron en los conocimientos de Milton Erickson y luego fue desarrollado por Watzlawick y Nardone.

En palabras de Erickson “Una psicoterapia es buscada, en primer término, no para esclarecer un pasado inmodificable, sino a causa de una insatisfacción con el presente y un deseo de mejorar el futuro… se precisa cambiar la situación actual, y una vez establecido tal cambio, por pequeño que sea, se precisa de otros cambios menores y un efecto de bola de nieve de estos cambios menores conduce a otros más importantes…”